MONSTRUO
No me quites las palabras, por favor, no lo hagas.
Las palabras son lagrimas de sangre que recorren mi rostro cada vez que mi alma grita auxilio, las letras ríos en mis venas que laten al son del jazz mientras me dejo seducir ante el suave acariciar de las hojas de pequeñas y delicadas fibras vegetales. La tinta cubre mi piel inundándola de sentimiento, besando mis pensamientos, borrando mis sufrimientos.
Nadie puede igualar la gracia de una danza íntima entre el compositor, sus dedos y el papel, tan personal e intransferible es ese momento que se llega a pensar que tal vez no debiera pasar, pero ateniéndose a la ira de gaia se continúa el rito con tranquilidad y elegancia, no hay prisas, aunque sea algo ahora secreto no se puede hacer sin dedicación y esmero.
Tan solo esperando ese apreciado final, esa explosión de sentimiento, lujuria, rabia, ira... Algo ha ido mal, se cae a pedazos el cielo, los ladrillos caen sobre los techos, destrozan los coches, crean tragedias, y de nuevo la tinta implacable crea un mar que inunda, pero en esta ocasión las calles, emborronando suelo y paredes. Ya no hay nada más que un pequeño monstruo deformado y agonizante.
¿Que se puede hacer con él? ¡Nada! ¡A la basura con los demás!.
Y ahí esperará su muerte, quizás en la hoguera, tal vez triturado, o puede que aún quede una oportunidad para él, una pequeña esperanza que atenaza su corazón y le causa mayor sufrimiento. Parece que la tormenta haya pasado o que aún esté tan solo en el ojo del huracán, solo queda esperar al salvador... ruidos se acercan.
De repente caen todos apelotonados sobre el pálido resplandor de la madera de pino al sol, más vale que recuerden ese brillo pues no volverán a verlo. No morirán, pero tampoco tendrán segunda oportunidad, sufrirán el pasar de los años en completa oscuridad, olvidados por su creador y el mismo tiempo.
Probablemente al final si mueran, uno a uno, lentamente, sus mentes serán borradas, sus cuerpos mutilados por otros seres, sus miradas olvidadas, y sus labios sellados. Pero puede que uno sobreviva, un pequeño error de la tinta que resista base a esa esperanza que atenazaba su corazón.
Ese error será puesto bajo los focos y examinado con detenimiento arreglando errores, continuando aquella danza que algún día magnífica fue, y de esta forma terminará, en algún nuevo arrebato de ira morira y como grandioso fénix resurgirá, sin quejarse, de sus cenizas, dia tras dia, año tras año...
Por eso te pido que para que todo esto de lugar, y para que mi alma se sienta en paz, no me quites las palabras, por favor, no lo hagas.
Bueno:
- Nacer
- Renacer
- Sufrir
Malo:
- Ira
- Morir
- Sufrir